Llevo algún tiempo fascinada con estas tartas. ¿Que no sabéis que es un drip cakes? Pues son unas tartas que están súper de moda y no me extraña. Son de aspecto divertido y desenfadado. Su nombre se debe a que algo imprescindible es que algo debe caer por ella a modo de chorretones, ya sea chocolate, caramelo, algún sirope… Además suelen estar decoradas por todo lo que se te ocurra de forma alocada y divertida.
Si buscáis en internet «Drip Cake» seguramente encontréis muchas referencias a Katherine Sabbath. Se trata de la culpable de que estas tartas estén tan de modas. Katherine Sabbath es una australiana que cambió su profesión como profesora de Inglés, Historia y Geografía por su gran pasión, crear tartas y pasteles divertidos y alocados. Si visitáis su instagram @katherine_sabbath verás maravillosas creaciones suyas como las siguientes.
Fotos obtenidas de Pinterest
Así que, después de investigar sobre el tema, qué bizcocho usar, con qué rellenar los, con qué cubrir… etc. estaba preparada para intentar hacer mi propio drip cake. Tengo que reconocer que no quedó tan divertido y alocado como debería, ya que el tema de los colorantes y demás es un tema que todavía tengo un poco pendiente, pero estoy muy orgullosa de su aspecto final.
Si queréis saber todo el proceso sobre mi drip cake, seguid leyendo que os detallaré todo lo que fui haciendo, dónde fui sacando todo y que problemas fui teniendo durante el proceso.
Materiales.
- Base giratoria. La mía es de ikea, la puedes ver aquí
- Espátula larga y paleta alisadora. Se encuentran en muchos sitios yo las conseguí en el chino de debajo de mi casa.
- 2 bases para tartas. Las podéis hacer vosotros mismos con un cartón un poco duro. O podéis comprar unas como las que podéis encontrar aquí. Recodad que tiene que ser un poco mayor que el tamaño del bizcocho, pero tampoco mucho o quedará demasiado gruesa la cobertura.
- Un alisador como los que se utilizan para el fondant. El mío no sé de donde es porque me lo regalaron, pero lo podéis encontrar en muchos sitios.
- Papel de horno
Ingredientes
El bizcocho.
Para el bizcocho utilicé la receta Little Wonderland con alguna variación. Me gustó también tanto el diseño que me basé en él para hacer el mío.
- 150 g de harina de todo uso
- 70 g de cacao
- 1 ½ cucharaditas de levadura
- 1 ½ cucharaditas de bicarbonato
- ¾ cucharadita de sal
- 300 g de azúcar
- 2 huevos medianos
- 140 g de buttermilk
- 75 g de aceite de girasol
- 70 g de café caliente
Relleno
Elegí probar con un ganaché de chocolate blanco con oreo.
- 540 gr chocolate blanco
- 180gr nata de montar (35% mg)
- 5 galletas oreo trituradas.
Cobertura y decoración
Ganché de chocolate blanco para cubrir toda la tarta
- 540 gr chocolate blanco
- 180gr nata de montar (35% mg)
Ganaché de chocolate negro para el drip
- 180 gr chocolate negro
- 180gr nata de montar (35% mg)
Y unas galletas oreo bañadas en chocolate.
Si os quedaseis cortos de relleno o cobertura las proporciones para el ganaché de chocolate blanco son 3 de chocolate por 1 de nata ya que el chocolate blanco tiene ya mucha grasa. Para el de chocolate negro la proporción es 1 de chocolate por 1 de nata.
El Proceso
Lo primero es hacer los bizcochos. Una cosa que siempre recomiendan y que cada vez veo más necesario en el proceso es realizar los bizcochos con tiempo y que reposen y enfríen bien. Podéis envolverlos en plástico y guardarlos en la nevera si no los hacéis con mucha antelación o si los hacéis con mucho tiempo los podéis congelar. Esto hace que la miga se compacte y no sean muy secos los bizcochos.
Esta receta es muy jugosa quizás demasiado y para una principiante como yo en recubrir estas tartas complicó un poco las cosas.
Todo el proceso de cocinado de los bizcochos lo podéis ver en el enlace que os puse más arriba. Mi única recomendación que que no intentéis hacer un único bizcocho en un molde pequeño porque sube muchísimo. Yo hice un primer intento y se me desbordó entero. En el siguiente intento ya dividí la masa en dos tandas y salieron dos bizcochos altitos en un molde de unos 20 cm diámetro, se podría dividir en 3 incluso.
Luego los envolví en plástico y los metí en la nevera, ya que yo los hice 2 días antes de montar toda la tarta.
El ganaché, tanto para el relleno como la cobertura, tiene que reposar bastante para que adquiera la consistencia deseada. Yo lo tuve 12 horas aproximadamente. Se hacen todos de la misma manera en un cazo calentamos la nata hasta que hierva y cuando empiece a hervir la separamos y se la añadimos al chocolate cortado en trocitos en un bol. Removemos hasta que se deshaga completamente. Para el del relleno le añadimos las oreo y removemos hasta que estén totalmente integradas. ponemos un film transparente tapando el bol. Hay quien aplasta el film contra la superficie del chocolate para que no entre aire y no se seque en exceso. Yo lo puse normal y no tuve problemas.
Una vez reposado el ganaché del relleno lo pasamos por la batidora de varillas para que monte un poco y coja una consistencia más ligera. Lo ponemos en una manga pastelera y empezamos a rellenar capa por capa sobre uno de los cartones y la tabla giratoria que nos ayudará a montar la tarta, sobre todo con la cobertura. Para que la cobertura quedase perfectamente lisa seguí las explicaciones de Alma Obregón que da en uno de sus post que podéis ver aquí. La verdad es que parece muy fácil pero requiere práctica para hacerlo bien a la primera.
Como os dije antes, la consistencia del bizcocho hizo que junto con mi inexperiencia se me complicase un poco el proceso de cubrir la tarta, ya que se me pegaba el bizcocho a trozos a la espátula en vez del chocolate al bizcocho. El truco para que esto no ocurra es sujetar con una mano el cartón de arriba a sujetando la tarta y con la espátula hacer movimientos ascendentes empezando por abajo del todo y chocando contra el cartón al subir para que este limpie la espátula y que esta no se lleve parte de la cobertura y el bizcocho. Si hacéis esto desde el principio no tendréis que echar tantas capas como yo, ya que me quedó demasiado gorda y empachaba un poco. También lo mejor es dar una pequeña capa inicial y enfriar en la nevera un rato para que se vuelva dura y de consistencia ayudando mucho a dar las siguientes capas.
Llega la hora del drip. Se hace igual que los otros ganachés pero se deja reposar mucho menos a penas 1 hora, o hasta que veas que coge una consistencia suficiente para que chorree por el borde pero sin ser demasiado líquido. Lo mejor ir mirando de vez en cuando hasta conseguir la consistencia deseada. Mientras la tarta la tenemos en la nevera para que quede durita y fría y a la hora de echar el drip ayude a que este cuaje más rápido.
Y por fín ¡a decorar! aquí ya todo vale, échale imaginación y mete todo lo que quieras. Yo puse las oreo bañadas en chocolate de una forma ordenada pero como has visto en las creaciones de Katherine Sabbath puedes usar todo lo que se te ocurra.
La tarta era muy contundente y fuimos incapaces de terminarla pero gustó muchísimo
Ahora es tu turno, anímate a hacer una de estas fantásticas tartas y a contarme que tal la experiencia.